FRASE

"Existen en nuestro mundo muchos obreros cristianos que todavía no han oído las grandes y maravillosas verdades que nos han llegado. Están haciendo una buena obra de acuerdo con la luz que tienen, y muchos de ellos están más avanzados en el conocimiento de la obra práctica que los que han tenido gran luz y oportunidades" Ev 379.4

martes, 30 de junio de 2015

AMOR SUPREMO

AMOR SUPREMO
Naturaleza y de la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de la vida, la sabiduría y la alegría.
Dios hizo al hombre perfectamente santo y feliz; y la hermosa tierra no tenía, de la mano del Creador, mancha de decadencia, ni sombra de la maldición. La transgresión de la ley de Dios, la ley del amor, fue lo que trajo dolor y la muerte. Sin embargo, en medio del sufrimiento resultante del pecado se manifiesta el amor de Dios.
El mundo, aunque caído, no es todo el dolor y la miseria. En la naturaleza en sí son mensajes de esperanza y consuelo. Hay flores en los cardos y las espinas están cubiertas de rosas.
"Dios es amor" está escrito en cada capullo de flor que se abre, cada tallo de la naciente hierba.
Dios lo trajo nuestros corazones, a través de innumerables pruebas de amor en el cielo y en la tierra. El uso de las cosas de la naturaleza, y los lazos más profundos y tiernos que los corazones humanos pueden conocer en la tierra, tratado de revelar. Sin embargo, estas cosas sólo representan imperfectamente su amor.
Jesús no suprimió una palabra de la verdad, pero siempre expresando amor. En su trato con la gente hablaba con el mayor tacto, la atención y el cuidado compasivo. Nunca fue innecesariamente dura ni pronunció una palabra grave o causado a un alma sensible una pena inútil. No se censura la debilidad humana.
Cada alma es preciosa a sus ojos.
Cristo fue el medio por el cual el Padre podría derramar su amor infinito sobre un mundo caído.
Dios sufrió con su Hijo. En la agonía de Getsemaní, [14] la muerte del Calvario, el corazón del Amor Infinito pagó el precio de nuestra redención.
A través de la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo los hijos de Adán pueden ser hechos hijos de Dios. Al asumir la naturaleza humana, Cristo eleva la humanidad.
Cuanto más estudiamos el carácter divino a la luz de la cruz, mejor vemos la misericordia, la ternura y el perdón unidos a la equidad y la justicia, y discernir con mayor claridad la evidencia de un sinnúmero de amor infinito y de una tierna piedad superando ardiente simpatía y nostalgia sentimientos de la madre por su hijo descarriado.

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